NARUTO HISTORIA
Archienemigo del mundo ninja, el kyubi es el biju bestias legendarias del universo de la serie que Yondaime cuarto Hokage de Konoha, Namikaze Minato selló en su propio hijo Naruto con tal de salvar a Konoha. Desde ese momento, esta legendaria bestia ha ayudado a su Jinchuriki aquellos que tiene sellado en su interior algún biju cada vez que estaba en algún problema o en situaciones en las que necesitaba más chakra
energía que los ninjas utilizan para realizar técnicas–.
Como ven, la serie derrocha sutileza para hacer de Naruto un sobreviviente. Cada vez que estuvo en problemas, medio muerto, a punto de perder, sin posibilidades de ganar, gritaba. El kyubi lo salvaría irremediablemente. Puro happy end.
Sin embargo, Naruto, como todo un seguidor del budismo, el cual, por supuesto no profesa en la serie, no quiere solo utilizar al kyubi, desea hacerlo su amigo. Repetitivo, ¿cierto? En ese momento el kyubi deja de ser el demonio destructor de la Aldea Oculta de la Hoja, el asesino de incontables personas, un ente de odio, y se convierte en Kurama, fiel servidor del primer ninja de la historia (el sabio de los seis caminos) y el mayor apoyo de Naruto ante las dificultades que se le avecinan.
Como esta, la serie recurre todo el tiempo a fórmulas narrativas tan antiguas como las de los primeros comics japoneses. Por ejemplo: Sabemos que debe haber un malo, Orochimaru en el caso que nos ocupa, el cual solo puede tener dos finales, convertirse en malísimo e inevitablemente morir, o, de alguna forma, muchas veces inentendible, ayudar al bando de los buenos. Pero no puede haber un único malo, deben existir más, y ahí es donde aparece Akatsuki, eclipsada en un primer momento, pero que luego encuentra su momento de brillar. Sin embargo, cuando el líder de esta organización cambia de bando –gracias, por supuesto, a Naruto–, tiene que nacer otro antagonista.
Otro de los estereotipos del anime que utiliza esta serie es el clásico chico conoce chica, aunque la verdad, esta animación japonesa no tiene un buen guión en cuanto a amor se trata. La misma se desenvuelve más en el campo de la obsesión: Naruto persigue a Sasuke, Sasuke persigue a Itachi, Orochimaru persigue a Sasuke e Itachi, Hinata persigue a Naruto, Sakura persigue a Sasuke, Jiraiya persigue a cualquier mujer… Todo un bucle donde estos adolescentes, y no tan adolescentes, no pueden evitar acosar a alguien. Sí, cuando analizas a fondo la serie notas que Naruto es una alegoría para stalkers.
Mi alma de otaku observa a Naruto como una muestra de la teoría del mal chicle: mientras más los masticas menos sabor tiene, pero no por ello pierde su viscosidad y elasticidad. Los realizadores han encontrado la manera de alargar una página del manga a dos o tres capítulos del anime. Ello sin contar los inacabables episodios de relleno.
No obstante, debemos destacar que más allá de los estereotipos del manga y el anime, como son los personajes andróginos, gritones, vengativos, con un ciego sentido del honor, senos gigantes… Naruto ha creado un universo transmedia donde los fans colaboran en la creación de historias, y ha forjado una industria de venta comparable con franquicias como Star Wars, Pokemon o Dragon Ball, concebido un producto capaz de comercializar subliminarmente el folclor y la cultura japonesa… un mundo donde un idiota puede ser un héroe.
ta chevere aunque me gusta mas saint seiya :v
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